Una reconstrucción de cómo las herramientas, hechas de costillas de ciervos, podrían haber sido utilizadas para preparar pieles para hacerlas más flexibles, brillantes e impermeables. La flexibilidad natural de los nervios ayudaría a mantener una presión constante contra la piel sin que se rompiera. La mitad inferior de la figura ilustra cómo la presión hacia abajo produciría una ruptura en pequeños fragmentos como tres de los huesos reportados.